REAL CONGREGACIÓN DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA FE, CRISTO DE LOS ALABARDEROS Y MARÍA SANTÍSIMA INMACULADA REINA DE LOS ÁNGELES
D. ANTONIO J. CALAHORRO DELGADO
MAYORDOMO-CAPATAZ
Buenas tardes Antonio, amigo, hermano y admirado Mayordomo:
Como congregante de tan ilustre Congregación, debo agradecerte, una vez más, tú FE en nuestro Santísimo Cristo, tú organización, tu entusiasmo, tú fortaleza moral y ética, tu profesionalidad en la excelencia.
En un País, desconocido, otrora gran Nación Española, vivimos, sin duda la peor época jamás vivida, pues todos los valores los han sepultado y en todas las Instituciones, tenemos lo peor de cada familia.
La excelencia, de la que tú eres depositario, ya no funciona, porque así lo han determinado unos y otros, para con el solo hecho de ser, hijo, padre, hermano, primo de, …. Es suficiente para ocupar puestos de responsabilidad y cobrar de nuestros impuestos, lo que les venga en gana.
Mi querido hermano, me duele y mucho mi España. Yo, como Caballero Legionario del Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, IV de La Legión, componente de la Compañía 9ª, en mi Bandera Xª, en Villa Cisneros, Sahara Occidental Español, entregado a nuestro enemigo, con una gravísima Traición, de la que aún no me he repuesto. En la Semana Santa de 1972, fui elegido, para llevar a nuestro Santo Cristo de la Buena Muerte, por las calles de la Capital, en representación de Mando Bandera y Xª Bandera. El honor, la ilusión, el orgullo, …. El ir recto, paso al frente, cambiando de mano o subiéndole ¡AL CIELO!, me recuerda cuando tú pides a nuestros queridos costaleros, puntualizando: “SEÑORES, TENEMOS AL REY DE REYES, …. AL CIELO CON ÉL”.
Ese sentimiento, sigue anclado en nuestra mente, en nuestro corazón y en nuestra alma, hasta nuestra muerte.
Recuerda, mi querido y admirado Antonio, que entre tanto desmadre de fe, en la que el Templo está lleno de mercaderes de todo tipo, debemos poner algo de orden y como hizo nuestro Santísimo Señor Jesucristo, tuvo que sacarlos a latigazos.
Me duele y mucho cuando muchos de nuestros propios congregantes, se ponen hablar en alto y reírse, delante, sin guardar un respeto absoluto o hablar muy bajo al oído, sin que parezca lo que a la mayoría nos representa. Y tú, cabreado, tienes que poner orden.
Quiero que este escrito, sirva para mi absoluto reconocimiento a ti como persona y profesional.
Quiero que desde aquí, envíes mi respeto y agradecimiento a nuestro Hermano Mayor, a todos nuestros queridos Caballeros Alabarderos a los que admiro, a nuestros hermanos que hacen el enorme esfuerzo de tirados en el suelo, introducir a nuestro Santo Cristo entronado, a nuestra Catedral. ¡ES ÚNICA ESTA EXPERIENCIA!
Con un fuerte abrazo y admiración a nuestro servicio de seguridad, a Javier, Paco, .. a todos ellos. A nuestras grandes Señoras y Bellas Damas, con su peineta y mantilla, tan española y a todos nuestros Caballeros y componentes de tan emblemática Congregación.
Para ti, quedo a tu disposición para cuanto tengas a bien, aunque mi salud es pésima y hago un gran esfuerzo, para poder estar con todos vosotros cada año.
Dios, nuestro Señor te de muchos años de vida, para seguir con este ejemplo de buen católico, buen patriota y el mejor Mayordomo de España
Miguel Sánchez Asenjo
Manuel Emilio Sánchez (Infante-Hijo)
El sufrimiento de los anderos con El Cristo de los Alabarderos
0 Comments